Según el último informe emitido por la Cumbre Mundial para la Innovación en Educación:
- Internet hará que los colegios se conviertan en «entornos interactivos» que pondrán patas arriba las formas tradicionales de aprendizaje y cambiarán la manera de ser de docentes, padres y estudiantes.
- Las clases magistrales desaparecerán y el profesor ya no ejercerá sólo como transmisor de conocimientos, sino que tendrá como principal misión guiar al alumno a través de su propio proceso de aprendizaje.
- El currículo estará personalizado a la medida de las necesidades de cada estudiante y se valorarán las habilidades personales y prácticas más que los contenidos académicos.
Y valorando todos estos datos, la conclusión es evidente, la figura del profesor se hace más relevante que nunca. Pues ya no es mero transmisor de información, ahora se convierte en el guía del alumno hacia su propio aprendizaje.
En ocasiones no se trata de enseñar, se trata de provocar que aprendan por sí mismos.
Pero para poder hacer con garantías algo tan complicado, lo primero es conocer cómo son nuestros alumnos, y que espera de ellos la sociedad futura.
Los alumnos del siglo XXI.
La futura sociedad 3.0 demandará individuos creativos, emprendedores, críticos, competentes en las TIC, autónomos, con altos dotes sociales, que se adapten fácilmente a los ambientes laborales, capaces de trabajar con cualquier persona, en cualquier lugar y momento. Los niños de hoy no sabemos qué serán en el futuro, pero deberán tener los recursos necesarios para adaptarse a lo que venga.
Podemos enumerar entonces una serie de rasgos básicos de los que debemos proveer a cada alumno que pase por nuestras clases:
- Construirá su propio aprendizaje: deben ser autónomos y capaces de generar habilidades para aprender de manera autónoma. En ocasiones no se trata de enseñar, se trata de provocar que aprendan por sí mismos.
- Desarrollará la habilidad de adaptarse al cambio: nuestra sociedad vive momentos de cambio continuo. Nuestros alumnos deben estar preparados para afrontar cualquiera de estos cambios, de la índole que sean.
- Dominará la tecnología: un mundo de nuevas posibilidades para el aprendizaje, eso es lo que ofrece Internet y la tecnología actual. Dominarla es la clave.
- Trabajará en equipo: varias cabezas pensantes pensarán más y mejor que una sola, y el trabajo o producto final será de más calidad. Las técnicas del aprendizaje cooperativo van en esa línea.
- Asumirá diferentes roles: (en relación al anterior punto) para poder trabajar en equipo, es necesario que sepan asumir roles dentro del grupo de trabajo, pero no siempre el mismo.
Las TICs entran en juego.
El fenómeno de Internet y las nuevas tecnologías no son una opción, se han convertido en una herramienta que hay que saber usar, una competencia necesaria para la vida actual.
Hay que dotar a nuestros alumnos de estas habilidades, pero también generando conciencia de los peligros de un mal uso de la tecnología.
Con gran acierto aterrizó en primaria la asignatura de Cultura y Práctica Digital, pues pone sin duda el dedo en la yaga, ya no hay excusas para no encontrar momentos donde iniciar a los niños en el uso correcto de la tecnología y software ofimático, al que tanto uso darán en su vida de estudiante, y más aún cuando lleguen al mundo laboral.
Prepararlos para lo que venga.
Aún no sabemos qué profesión tendrán nuestros alumnos, más que nada porque la mayoría de ellos trabajará en algo que aún ni existe. Lo que sí sabemos es que tenemos la obligación y el reto de prepararlos para lo que venga.
Un niño que no aprenda a afrontar con garantías un cambio de cualquier índole, se encontrará más trabas para avanzar. Y no sólo hablamos de la tecnología, aquí entran en juego muchos más factores (relaciones con los demás, autoestima, sociedad…).
Precisamos profesores con mente abierta, tolerantes al cambio, que acojan con agrado las diferentes opciones que la sociedad actual nos ofrece, que, sin olvidar el pasado, rompan con lo que ya no sirve.
En definitiva, te necesitamos a ti, ¿dispuesto a dar el salto a la educación 3.0?
Ramón Rodríguez Galán. Twitter: @Profe_RamonRG